domingo, 17 de julio de 2016

Pequeña lección de autoobservación y humildad

[Verano. Uno sale de la ducha y se sienta entre todos, recién vestido. Dos entra en escena)

U: Uh, maldigo a todos los demonios, qué calor hace...
D: No, en realidad no es que haga más calor que antes. Lo que pasa es que te acabas de duchar con agua helada y la temperatura se ha mantenido casi constante. Al entrar en la ducha has sentido bastante frío, claro, pero enseguida has pasado a estar cómodo y aliviado. Y después de acostumbrarte a ese entorno has salido, para encontrarte con la misma temperatura, que por el nuevo cambio, a ti te ha parecido mucho más elevada. De hecho, el calor que sientes es prácticamente equivalente al frío que... Bueno... Aunque supongo que eso... Ya... Lo sabes. ¿No?
U: Sí, la verdad es que sí, pero gracias, Dos. Bien dicho.

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