lunes, 26 de diciembre de 2016

lunes, 12 de diciembre de 2016

Diarios cualesquiera V

   Tachamos otra raya. Hoy toca tiza.

   (¿He utilizado tiza alguna vez? No importa).
   Ha venido él. Ha sido interesante. Hemos jugado a algo y hemos hablado, aunque no recuerdo muy bien de qué.

domingo, 11 de diciembre de 2016

Segunda aproximación al concepto de la poesía

   La poesía la capacidad del ser humano de sentarse frente a una tormenta y no sólo verla, oírla y olerla; no sólo recibir gotas en la cara, sino entender la tormenta más allá de lo que se enseña, más allá de lo que se expresa con palabras, más allá de lo que se puede expresar con palabras.

sábado, 10 de diciembre de 2016

Diarios cualesquiera IV

   Tachamos otra raya. Hoy son manchas.

   ¡Vamos, vamos, vamos! ¡Estamos yendo! ¡No estábamos yendo y ahora vamos, ya lo creo que vamos! Es decir, bueno, ya no estamos Aquí y, definitivamente, todavía no estamos Allí, así que ¡debemos, por fuerza, estar yendo!
   A mi alrededor, las cosas no son como las recordaba. Claro que yo no podría recordar, porque yo nunca he estado allí. Sólo sé lo que (creo que) me contó ella, las historias. Y no estoy seguro de si sus descripciones encajan muy bien con lo que veo, aunque no me acuerdo muy bien. Supongo que no lo apuntaría. Aun así, ¡es tan emocionante! ¡Yendo, yendo!
   Cuando llegue, sabré que es, que estoy Allí. ¡Yendo!

viernes, 9 de diciembre de 2016

Diarios cualesquiera III

   Tachamos otra raya. Hoy es púrpura.

   Ha venido un momento. No era él, pero casi sí, esto es, vaya, que era alguien que era casi él. El caso es que me ha dicho, no, me ha traído una nota, para que no se me olvide, en la que dice "Pronto iremos. Falta menos". No sé cuándo, claro, qué pregunta, pero iremos.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Diarios cualesquiera II

   Tachamos otra raya. Hoy es atún.

   Cuando vino, ahora que lo pienso, cuando vino él, me dijo que íbamos a ir Allí. Sí, sí, ir otra vez, pero ¡es tan emocionante! Vamos y realmente vamos y puedo recordar que primero no íbamos y luego estábamos y luego hacíamos lo opuesto, o sea, ¡volvíamos!

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Diarios cualesquiera I

   Tachamos otra raya. Hoy toca tiza.

   (¿He utilizado tiza alguna vez? No importa).
   Ha venido él. Ha sido interesante. Hemos jugado a algo y hemos hablado, aunque no recuerdo muy bien de qué.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Primera aproximación al concepto de la poesía

(...)
—¿Y no es eso... un poco... inútil?
—Sí, claro, en cierto sentido lo es, pero no... no del todo.
—... Vale. Explícate.
—Pues mira, imagínate que coges dos palabras, ¿no? Bueno, pues las juntas... Bueno, que sean tres: imagina que coges tres palabras, ¿sí? Pues las juntas, las pones una al lado de la otra y, bueno, las escribes, o lo haces en tu cabeza, pero lo haces. Y una vez están juntas, bueno, eso es algo, ¿no? Quiero decir, bueno, no es nada, son sólo palabras, claro, pero significan algo, ¿no? Separadas tienen significado propio, pero al juntarlas, bueno, digamos que generan algo y ese algo adquiere, en fin, adquiere un nuevo sentido, un nuevo significado.
—Una frase.
—Ehm, sí, está claro, pero a eso lo llamamos hablar, transmitir, recibir palabras. Pero a lo que voy: no se trata sólo de poner palabras juntas, porque eso no siempre funciona. No en el sentido gramatical, claro, se da por hecho que eso siempre se hace bien, más o menos, porque si no ya no tiene sentido seguir hablando, sino en el sentido de... encajar. A veces hace falta una palabra en un sitio, del mismo modo que puedes necesitar una herramienta muy específica para una tarea. Bueno, al caso...
—Sí, venga.
—Cuando unimos palabras, cuando las enlazamos, lo que estamos haciendo es tratar de trasladar una imagen, una idea, un sentimiento hacia el exterior, hacia las otras personas partícipes del acto comunicativo. Y es precisamente eso, es como enviar un fax. Como decía alguien... Oscar... Oscar... En fin, Oscar: para escribir, sólo hacen falta dos cosas: tener algo que decir y decirlo. Porque ese es el problema en realidad. Todos sentimos cosas, claro, todos tenemos cosas que merece la pena compartir. Y supongo que el arte reside ahí, en la capacidad de hacerlo. Cada uno lo hace a su manera, por suerte, y pocos lo hacen muy bien. Supongo que también por eso es arte, ¿no?
—¿Como tú?
—No, no, yo... hago lo que puedo. Pero eso no importa. Lo que trato de decir es que el éxito está en conseguir causar en el receptor, en el lector, la misma sensación o el mismo sentimiento. O, bueno, en realidad no importa que sea el mismo, con tal de que se consiga transmitir algo. Eso también es poesía. Es difícil, muy difícil hacerlo a la perfección, aunque depende del momento y el lugar, claro. Y cuanto mejor se hace, más se acerca uno a lo que sería, a lo que llamaríamos la verdadera poesía, la verdadera literatura. Que, por supuesto, y por suerte, no son únicas, eso no tendría ningún interés.
—... Ajá. Pero, todo esto... ¿para qué?
—Bueno, la pregunta en sí es un poco tonta. Para nada, claro, pero para muchas cosas, por fuerza. No sé, somos seres que piensan y sienten y están vivos y se comunican, ¿no? Pues hacerlo, escribir, es una especie de intento de comunicarse creando belleza, pero claro, tendríamos que definir la belleza... Bueno, que no. Tenemos la necesidad de hacerlo, así que hay algo bueno, algo, por así decirlo, especial en hacerlo y en hacerlo de una determinada manera. Decía el tal Charles Beu... Boi... Bu... Sí, bueno, Charles. Charles decía que un hombre (para nuestros propósitos diremos ser humano) puede aguantar dos días sin una miga de pan, pero ¿sin poesía? ¡Jamás! Eso decía, y yo creo que tiene razón. Creo que también ayuda a dar sentido a las otras cosas; es una forma de ampliar nuestras miras en un sentido más... espiritual, emocional... lo que quieras. Creo que ayuda a completar nuestras vidas, ¿no? Ejercitar nuestra imaginación, nuestra capacidad de soñar con... otras cosas. ¿Inútil? Puede, pero también... también es necesario.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Introducción a la aproximación al concepto de poesía

   Hola.
   Voy a escribir una serie de entradas, no sé cómo de larga, sobre lo que significan para mí la poesía y la literatura en general. No pretendo ser objetivo y no conozco terminología elegante que pueda utilizar, así que va a ser todo muy abstracto e informal. Voy a ser sesgado y voy a utilizar imágenes y comparaciones y metáforas, esto es, voy a utilizar literatura para hablar de literatura. Normalmente utilizaré los dos términos de forma indistinta, aunque mayormente me referiré a la poesía. De alguna manera, es una continuación de lo que intenté, sin mucho éxito, comunicar con mi entrada de "Escribir no (sólo) significa juntar palabras". Pero bien hecha.

   Por todo esto ruego que nadie se lo tome a mal. Lo que digo son, en efecto, aproximaciones, más o menos acertadas, y voy a tratar de transmitir lo mejor que pueda mis ideas. No son la verdad absoluta y ni siquiera son mi verdad absoluta, pero espero que contengan alguna verdad con la que más personas puedan comulgar. Igual que no son absolutas, tampoco son limitantes/limitadoras/excluyentes: que diga una cosa no quita la otra a menos que diga que así es. Dicen que definir algo es limitarlo, y yo no creo, no quiero que haya límites para esto.

   Es todo. Espero que os guste el experimento.

PS: Por supuesto, me gustaría que alguien comentara, ofreciera un contraste, diera su opinión sobre lo que plantee o lo discuta. Estaría guay, de verdad.
PPS: No, esto no cuenta como entrada del mes. Es una especie de nota. Habrá entrada(s) en diciembre como todos los meses, tranquilidad.
PPPS: En resumen, van a ser textos experimentales.