domingo, 31 de diciembre de 2017

Zapa-tillas ama-rillas

Pequeños y algo torpes, les observas arrastrar tablas y apilar rocas creando un camino tortuoso a ras del agua. Dan pasos dubitativos, con los mofletes inflados, los dedos estirados y los ojos muy abiertos. De vez en cuando se giran, buscando tu aprobación, y tú no puedes sino sonreír y levantar el pulgar.
Cuando el camino está construido, van pasando por ti, uno a uno, para que les desates los cordones y se puedan meter a mojarse.
Ella llega la última y te mira mientras peleas con los nudos y te pasa una mano por las cejas y se ríe flojito. Le revuelves un poco el pelo y la empujas con suavidad hacia la primera tabla
Subida en su camino de madera y piedras y estrellas de mar, se adentra en el agua, manteniendo el equilibrio con los brazos en cruz hasta unirse a las sombritas que titilan y chapotean, tus niños de luz.

Tú te quedas en la orilla, pensando en lo mayor que está haciendo y quitando la arena de sus zapatillas amarillas.